(CNN)– Plantas tropicales trepan por enormes columnas estructurales y cuelgan de cornisas a cientos de metros del suelo. Los huéspedes se relajan en torno a una piscina que parece una laguna, protegida del sol abrasador del mediodía. Una serie de terrazas elevadas se asientan en el marco de la torre, como cavernas excavadas en la ladera de una montaña.
Es el Pan Pacific Orchard de Singapur, que acaba de ser nombrado mejor edificio alto nuevo del mundo por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH, por sus siglas). Al anunciar el premio en un comunicado de prensa este miércoles, el grupo del sector describió la torre como un “hotel en la naturaleza” que demostraba un “enfoque innovador del urbanismo de alta densidad”.
A pesar de los grandes premios, las exuberantes cavidades al aire libre de la estructura de 140 metros de altura resultan sorprendentemente íntimas. “El hotel no se percibe como un edificio muy grande, sino más bien a escala de barrio”, declaró este jueves el arquitecto Hong Wei Phua, de WOHA, la empresa singapurense responsable del diseño, mientras acompañaba a CNN por las instalaciones.
El singular diseño comprende una serie de volúmenes en forma de L que dividen la torre en cuatro pilas distintas, liberando espacio para jardines urbanos y zonas verdes. Cada una de las cuatro terrazas se basa en un motivo diferente relacionado con el entorno tropical de Singapur: bosques, playas, jardines y nubes, en orden ascendente.
La “Terraza del Bosque”, la única accesible a los transeúntes, cuenta con una cascada de agua y docenas de especies vegetales, muchas de ellas autóctonas de la isla. Phua explicó que se concibió como un gesto público que diferenciaba el diseño de los hoteles de gran altura convencionales de “podio y torre”.
“En lugar de llegar a un podio -a un espacio interiorizado, o a un laberinto de habitaciones y pasillos-, se entra en un espacio forestal”, dijo, describiéndolo como un “oasis alejado del bullicio” de Orchard, el famoso y ajetreado distrito comercial de Singapur.
Subiendo por el edificio, la elevada “Terraza de la Playa” alberga una piscina rodeada de palmeras; la “Terraza del Jardín” ofrece senderos alrededor de un césped rectangular; y la “Terraza de las Nubes”, en la parte superior del edificio, sirve como espacio verde para eventos con vistas a la ciudad.
Cubiertos pero al aire libre (una cualidad esencial en el clima cálido, húmedo y frecuentemente tormentoso del país), cada estrato actúa como una gigantesca sombrilla, o escudo contra la lluvia, para el de abajo.
Muchas de las 347 habitaciones del hotel incluyen balcones con vistas a las zonas ajardinadas. El hotel, propiedad del gigante inmobiliario singapurense UOL Group, también cuenta con un salón de baile de 400 plazas, dos restaurantes y una “marquesina” de paneles solares en el tejado.
En los últimos años, Singapur se ha hecho famosa por su arquitectura inspirada en la naturaleza (o “biofílica”). En los años sesenta, el padre fundador del país y exprimer ministro Lee Kuan Yew la bautizó como la “ciudad jardín”. A menudo se ve vegetación saliendo de los rascacielos, trepando por las fachadas urbanas o integrada en las infraestructuras públicas, y esta ciudad-estado de 6 millones de habitantes alberga el mayor edificio de madera de Asia.
En algunas zonas, las estrictas normas de edificación de Singapur obligan incluso a los promotores inmobiliarios a incluir grandes cantidades de vegetación en la construcción de nuevas torres. En barrios densamente poblados, como Orchard, estos espacios -normalmente una combinación de terrazas, jardineras, jardines y muros cubiertos de plantas- deben equivaler a la superficie bruta de todo el solar.
Combinados, los espacios verdes de Pan Pacific Orchard triplican aproximadamente este mínimo legal.
Para WOHA, que ha diseñado varios otros edificios biofílicos en Singapur (así como un complejo de viviendas para personas mayores nombrado “Edificio Mundial del Año” en 2018), proporcionar espacios verdes no consiste solo en cumplir la normativa urbanística. En un comunicado de prensa en el que agradecía el premio del CTBUH, el director fundador de la empresa, Mun Summ Wong, dijo que cree que “los rascacielos pueden servir como pulmones verdes dentro de entornos urbanos densos.”
Fundados en 2002, los premios CTBUH reconocen los mejores edificios altos y a sus arquitectos. Otros ganadores recientes del premio al Mejor Edificio Alto del Mundo son One Vanderbilt Avenue, en Nueva York, y la Quay Quarter Tower de Australia, un edificio apodado el primer rascacielos “upcycled” del mundo después de que los arquitectos 3XN conservaran más de dos tercios de la torre de los años setenta que había anteriormente en el emplazamiento.
“Pan Pacific Orchard representa hoy lo mejor del urbanismo vertical responsable”, declaró Javier Quintana de Uña, director general del CTBUH.