(CNN) — Los Foo Fighters continuarán como banda tras la muerte del baterista Taylor Hawkins el año pasado, pero será un grupo «diferente», según dijeron.
En un comunicado publicado en Instagram el fin de semana, la banda de rock calificó 2022 como «el año más difícil y trágico» que habían conocido.
Estamos agradecidos por «la gente que más queremos y apreciamos, y por los seres queridos que ya no están con nosotros», agregaron.
«(Nos) formamos hace 27 años para representar el poder curativo de la música y una continuación de la vida», escribió la banda, añadiendo que los fans habían construido «una comunidad mundial, un devoto sistema de apoyo» que los ha «ayudado a todos juntos a superar los momentos más oscuros».
Hawkins murió el pasado marzo, a los 50 años, en Colombia, mientras estaba de gira. En aquel momento, los Foo Fighters tuitearon: «Su espíritu musical y su contagiosa risa vivirán con todos nosotros para siempre».
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En esta última publicación, rindieron homenaje a su antiguo baterista diciendo: «Sin Taylor, nunca nos habríamos convertido en la banda que fuimos. Y sin Taylor, sabemos que vamos a ser una banda diferente en el futuro».
«Estará allí en espíritu con todos nosotros cada noche», añadieron.
Hawkins tocó la batería para Alanis Morissette antes de unirse a los Foo Fighters en 1997, tres años después de que Dave Grohl fundara el grupo.
En septiembre, seis meses después de su fallecimiento, los Foo Fighters tocaron en el estadio londinense de Wembley como parte de un acto de homenaje a Hawkins repleto de estrellas. Paul McCartney, Liam Gallagher y Brian May fueron algunos de los grandes nombres de la música que aparecieron en el concierto.
Cuando llegó el momento de la actuación de la banda, el hijo de Hawkins, Oliver Shane Hawkins, de 16 años, se unió a ellos, tomando las baquetas para una interpretación de su canción «My Hero».
Los Foo Fighters celebraron un segundo homenaje en Los Ángeles ese mismo mes.