Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Es especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento, productora de cine y columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas.
(CNN Español) — Cada cierto número de años la moda da “un grito”. Algo así como “estoy desesperada…ayúdenme a crear algo nuevo”. Este año parece ser que es el momento de ese “grito” porque, por las cosas que hemos visto en la pasarela de París –por ejemplo, y seguramente las que van a continuar en otras ciudades, porque todas las colecciones comienzan en París y terminan repitiéndose en Nueva York, en Londres, etc.– yo pienso que la frase “de lo sublime a los ridículo no hay más que un paso” es buenísima. ¡La perfecta!
Solo hay que fijarse en la colección de Schiaparelli, en la que las modelos llevaban atuendos con cabezas de leones y tigres, abrigos como si fuera la piel de una pantera, tops como si fueran pavorreales, etc., y fue un escándalo que llamó muchísimo la atención. ¡Y todavía se está hablando de eso! Y ese desfile parisino, yo creo, que fue precisamente “el grito” que surgió con más fuerza esta temporada. Hay cierta desesperación en la moda. Y ahí lo vimos.
Claro, nadie tiene que vestirse así. Sabemos que son cosas que solo vemos en la pasarela –esas cabezas de leones estaban hechas de espuma de goma y peluche– y llamaron la atención de los que protegen a los animales igual que de otros diseñadores que encontraron aquellos muy absurdo. Pero –bien que mal– hizo que el mundo entero hablara de Schiaparelli y su diseñador estadounidense Daniel Roseberry.
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Y aunque personalmente me divierte todo esto, también hay otros aspectos de la moda muy interesantes y que no son tan ridículos.
¿Tendencias 2023?
Continuación de la moda estilo lingerie y la ropa con flecos que se usa muchísimo y se ve por todas partes. También las telas con bordados, mucho brillo, ricas en metálicos y con texturas transparentes, además que no importa la hora del día, pues ¡pueden ponerse a cualquier hora!
Otra tendencia que he visto ha sido quizás un pequeño regreso a lo ultraclásico, pero “muy” pequeño, pues que esta temporada la moda está dándole de nuevo a las mujeres la oportunidad de escoger lo que más les guste. Loco o clásico. Se ven muchos vestidos en que los colores y las telas son preciosas, pues los textiles este año son maravillosos.
El largo de las faldas también es de nuevo tendencia y Chanel mostró un montón de minifaldas en su último show, mientras otras marcas las presentaron muy largas, como Dior. En general, la idea es una moda sexy, sensual, divertida a cualquier edad. Y aquí entra el buen sentido de la mujer y el estilo que quiere proyectar: una imagen completamente joven y hasta loca o una imagen más clásica. La que más les guste.
En los accesorios (siguen siendo muy importantes) hay gran variedad de colores y estilos. Zapatos clásicos con tacones de vértigo y muy sexys, como los de Aquazzura, del colombiano Edgardo Osorio, mientras hay otros espantosos. Y los bolsos son estrellas, un ejemplo es el bolso rosa de la ecuatoriana, basada en Miami, Ximena Kavalekas, que ha estado en toda la prensa internacional porque lo lleva Sarah Jessica Parker en un episodio de su nueva teleserie, “And Just Like That”. Muchas botas de pieles metálicas e infinidad de nuevos estilos de carteras de Chanel, que tiene tantos modelos que es difícil saber cuál es fake y cuál es auténtico, ya que de nuevo hay copias muy bien hechas (las copias mal hechas de hace unos años han desaparecido y de Hong Kong llegan unas copias increíbles).
Otro fenómeno que hay que mencionar –y me gusta muchísimo– es la colección Kusama para Louis Vuitton, con el lanzamiento más caro y más extraordinario de los últimos años.
Una tendencia que también debemos mencionar es en la moda masculina, donde marcas tan importantes como Dior y YSL mostraron una colección muy femenina para hombres, con faldas, seductores escotes, bolsos y telas lujosas. Una moda completamente asexual, que igual puede llevar un hombre que una mujer. Esto también ha traído comentarios, y un amigo mío muy divertido me dijo: “Bueno, es hora de que nos apropiemos de la moda femenina porque hace décadas que las mujeres se apropiaron de los pantalones y la moda masculina” ¿Qué les parece?