(CNN) — La primera confirmación pública de Corea del Norte de que un soldado estadounidense ingresó a su territorio en julio provocó un llamado de su familia para que lo traten con humanidad, ya que aún quedan dudas sobre por qué ingresó a uno de los países más hostiles de la Tierra en un momento de mayores tensiones en la península.
Funcionarios estadounidenses dicen que el soldado estadounidense Travis King «deliberadamente y sin autorización» cruzó a Corea del Norte el 18 de julio, mientras realizaba un recorrido civil por el Área de Seguridad Conjunta (JSA), una pequeña colección de edificios dentro de la zona desmilitarizada (DMZ) de 240 kilómetros de largo que ha separado a Corea del Norte y Corea del Sur desde el final de la Guerra de Corea en 1953.
No hay una barrera física dentro de la JSA, y un funcionario estadounidense dijo que después de cruzar la línea de demarcación que delimita la frontera, King intentó ingresar a una instalación de Corea del Norte, pero la puerta estaba cerrada. Luego corrió hacia la parte trasera del edificio, momento en el que los guardias norcoreanos lo subieron a toda prisa a una camioneta y se lo llevaron.
Estados Unidos ha tratado repetidamente de contactar a Corea del Norte para obtener una actualización sobre la condición de King, pero aún no ha recibido una respuesta sustancial, dijeron funcionarios a CNN a principios de agosto.
Esto es lo que sabemos.
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¿Quién es Travis King?
King es un especialista de reconocimiento en el Ejército de EE.UU., al que se unió en enero de 2021. En el momento de su rotación en Corea del Sur, fue asignado al 6° Escuadrón, 1° Regimiento de Caballería, 1° Equipo de Combate de Brigada, 1° División Blindada de Fort Bliss, Texas , según el portavoz del ejército Bryce Dubee.
Poco más de una semana antes de cruzar la frontera, King fue liberado de un centro de detención en Corea del Sur, donde había cumplido 50 días de trabajo, dijeron funcionarios de defensa a CNN.
El día antes de cruzar a Corea del Norte, se suponía que King abordaría un vuelo a Texas, donde enfrentaría procedimientos disciplinarios. Pero después de que los escoltas del Ejército lo liberaran en un control de seguridad en el Aeropuerto Internacional de Incheon, cerca de Seúl, King abandonó el aeropuerto por su cuenta.
Al día siguiente, se unió a un recorrido por la JSA que había reservado previamente con una empresa privada.
La secretaria del Ejército de EE.UU., Christine Wormuth, dijo el mes pasado en el Foro de Seguridad de Aspen que King “agredió a una persona en Corea del Sur y había estado bajo la custodia del gobierno de Corea del Sur e iba a regresar a Estados Unidos para enfrentar las consecuencias en el Ejército”.
Jaqueda Gates, la hermana de King, le dijo a CNN el 2 de agosto que su hermano “no es del tipo que simplemente desaparece”.
“Entonces, es por eso que siento que la historia es más profunda que eso”, dijo, y agregó: “No, no creo que simplemente desapareciste y te escapaste”.
La madre del soldado, Claudine Gates, pidió el 16 de agosto a Pyongyang que lo tratara con humanidad y le concediera una llamada telefónica para hablar con ella, según Jonathan Franks, portavoz de la familia.
¿Por qué importa este caso?
Las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte han sido tensas durante décadas, pero las cosas están particularmente tensas en este momento.
Corea del Norte ha intensificado sus programas nucleares y de misiles en los años posteriores a la ruptura de las conversaciones entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un en 2019.
Esas conversaciones, que abarcaron tres reuniones en persona y vio a Trump convertirse en el primer presidente estadounidense en ejercicio en cruzar la misma línea de demarcación que King cruzó, terminó sin avances diplomáticos significativos.
Hasta la fecha, Corea del Norte ha probado misiles balísticos intercontinentales tres veces este año y acusó a Washington y Seúl de aumentar las tensiones con ejercicios militares y despliegues de armas, incluido el de un submarino de misiles balísticos con capacidad nuclear de la Marina de los EE. UU. en el puerto surcoreano de Busan en julio.
El año pasado, Corea del Norte probó más de 90 misiles balísticos y de crucero, incluido uno que sobrevoló Japón, desafiando las sanciones internacionales. El aumento en las pruebas ha generado preocupaciones de que pueda estar preparándose para una posible prueba nuclear, la primera desde 2017.
Kim despidió a su principal general en medio de una reorganización del liderazgo militar de Corea del Norte y dijo que quiere que su ejército «se prepare para una guerra», según un informe de la Agencia Central de Noticias de Corea del Sur (KCNA, por sus siglas en inglés), administrado por el estado, el 10 de agosto.
Aunque el informe no mencionaba a EE.UU. ni a Corea del Sur por su nombre, parecía referirse a ellos de forma oblicua, al afirmar que los funcionarios norcoreanos habían «analizado los movimientos militares de los principales culpables del deterioro de la situación» en la península.
¿Cuáles son los riesgos para Travis King?
King, que se cree que es el primer soldado estadounidense en cruzar a Corea del Norte desde 1982, está en manos de un régimen monopartidista notoriamente autocrático y opaco que considera a Estados Unidos como un enemigo mortal.
El valor de inteligencia militar que King podría proporcionar a Corea del Norte es incierto. Como soldado raso, probablemente no tendría acceso a información de alto nivel, pero solo por estar en una instalación militar de EE.UU., puede hablar sobre cosas como los diseños de las bases o qué unidades y números de tropas hay allí.
Como soldado y ciudadano estadounidense, King le da a Corea del Norte una moneda de cambio potencialmente poderosa, aunque se desconoce qué podría exigir Pyongyang para devolverlo a la custodia estadounidense.
Pyongyang también podría utilizar a King con fines propagandísticos.
En un informe del 16 de agosto, KCNA afirmó que King, que es negro, expresó “su voluntad de buscar refugio” en Corea del Norte o en un tercer país y que había decidido ingresar a Corea del Norte porque “albergaba malos sentimientos contra el maltrato inhumano y discriminación racial dentro del ejército de Estados Unidos”.
El informe de KCNA llegó solo dos días antes de una cumbre trilateral entre los líderes de EE.UU., Corea del Sur y Japón en Maryland. Se espera que la amenaza que enfrentan los tres países de Corea del Norte ocupe un lugar destacado en la agenda.
Refiriéndose al informe de KCNA, un funcionario de defensa de EE.UU. dijo que Washington “no puede verificar estos supuestos comentarios”.
“Seguimos enfocados en su regreso seguro. La prioridad del Departamento (de Defensa) es traer al soldado King a casa, y estamos trabajando a través de todos los canales disponibles para lograr ese resultado”, dijo el funcionario.
Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas oficiales con Corea del Norte. En cambio, la embajada de Suecia en Pyongyang actúa como enlace para EE.UU.
¿Qué ha sucedido en el pasado?
Un puñado de soldados estadounidenses desertaron a Corea del Norte en las décadas posteriores al final de la Guerra de Corea, pero los casos más recientes de ciudadanos estadounidenses detenidos en el país han sido civiles, a veces durante largos períodos mientras los funcionarios estadounidenses intentan asegurar su liberación y Pyongyang busca obtener concesiones.
El último estadounidense que se sabe que estuvo detenido por Corea del Norte fue Bruce Byron Lowrance, quien, según los medios estatales de Corea del Norte, cruzó de China a Corea del Norte en 2018.
Pyongyang acusó a Lowrance de trabajar para la Agencia Central de Inteligencia, pero lo liberó aproximadamente un mes después de que lo detuvieran, y la embajada de Suecia facilitó la liberación.
Quizás el caso reciente más conocido de un estadounidense detenido en Corea del Norte fue el de Otto Warmbier, un estudiante universitario que viajó allí como turista en 2016.
Su estadía planificada de cinco días se convirtió en una detención de 17 meses luego de que fuera acusado de intentar robar una pancarta política de su hotel.
Warmbier fue sentenciado a 15 años de trabajos forzados, pero fue entregado a las autoridades estadounidenses en 2017. Murió con daño cerebral severo menos de una semana después de su regreso, y Washington dijo que había sido torturado bajo custodia.
Quizás el caso más infame de un soldado estadounidense que desertó a Corea del Norte fue el de Charles Jenkins, un sargento del ejército estadounidense que cruzó al norte en 1965 mientras estaba estacionado en una unidad militar estadounidense cerca de la DMZ.
Jenkins luego afirmó haberse arrepentido de su deserción y culpó de la decisión al alcohol.
Mientras estuvo en Corea del Norte, apareció en películas de propaganda, enseñó inglés a los espías del país y pasó hasta ocho horas al día estudiando los escritos de los líderes norcoreanos.
Se le permitió salir de Corea del Norte en 2004, dos años después de que su esposa japonesa, quien fue secuestrada de su casa en Japón en 1978 y abandonó Corea del Norte en virtud de un acuerdo entre Pyongyang y Tokio.