Los arquitectos Keenan Gibbons y Salvador Lindquist están utilizando drones infrarrojos para descubrir cómo hemos calentado nuestras ciudades por causa de su diseño y cómo podríamos solucionar este problema.
«Estamos cocinando nuestras ciudades»: estos drones cartografían temperaturas de 65 grados Celsius en zonas urbanas
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