(CNN) — Un nuevo análisis de genomas antiguos está profundizando la comprensión de los científicos sobre el ADN neandertal que portaban las poblaciones humanas en Europa y Asia: rastros genéticos que pueden tener relevancia médica en la actualidad.
El hallazgo, publicado este miércoles en la revista Science Advances, rastrea el legado genético de los parientes arcaicos de nuestra especie, el homo sapiens, con mayor precisión, gracias a una masa crítica de datos invaluables, según los investigadores.
La mayoría de los humanos que viven hoy en día pueden rastrear un porcentaje muy pequeño de su ADN hasta los neandertales, resultado de encuentros sexuales prehistóricos entre nuestros antepasados y los ahora extintos homínidos de la Edad de Piedra antes de que estos últimos desaparecieran hace unos 40.000 años.
Sin embargo, el ADN neandertal es ligeramente más abundante en los genomas de las poblaciones del este de Asia.
Esta discrepancia ha dejado perplejos a los científicos durante mucho tiempo porque se han encontrado restos de neandertales extensamente en toda Europa y Medio Oriente, pero no más al este de las montañas de Altai en Asia Central.
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«Así que lo desconcertante es que en un área donde nunca hemos encontrado restos de neandertal, haya más ADN de neandertal», dijo el coautor del estudio Mathias Currat, profesor titular de genética y evolución en la Universidad de Ginebra.
En promedio, el ADN neandertal representa alrededor del 2% de la composición genética de las personas en Eurasia, mientras que en el este de Asia la proporción puede llegar hasta el 4%, dijo Currat.
Currat y sus colegas de la Universidad de Ginebra encontraron una explicación para esta inconsistencia analizando la distribución del ADN heredado de los neandertales en los genomas de los humanos durante los últimos 40.000 años.
“Empezamos a tener datos suficientes para describir cada vez con mayor precisión el porcentaje de ADN de origen neandertal en el genoma del sapiens en determinadas épocas de la prehistoria”, explicó Currat.
Los investigadores descubrieron que, con el tiempo, la distribución del ADN neandertal no siempre fue como es ahora.
Diluyendo el genoma
El equipo de estudio extrajo información de una base de datos de más de 4.000 genomas antiguos de toda Europa y Asia recopilados por un equipo dirigido por el Dr. David Reich, profesor de genética y biología evolutiva humana en la Facultad de Medicina de Harvard en Boston.
Los investigadores encontraron que los genomas del Homo sapiens de la Edad de Piedra que vivieron como cazadores-recolectores en Europa después de la extinción de los neandertales contenían una proporción ligeramente mayor de ADN neandertal que los que vivieron en Asia en muestras de más de 20.000 años.
De este modo, el equipo de estudio concluyó que el patrón actual de un mayor porcentaje de ascendencia neandertal en las poblaciones asiáticas en comparación con las de Europa debe haberse desarrollado en una etapa posterior, muy probablemente durante la transición neolítica, cuando la agricultura comenzó a reemplazar la caza y la recolección como forma de vida, hace entre 10.000 y 5.000 años.
En este momento, los primeros agricultores de Anatolia, en lo que hoy es Turquía occidental y el Egeo, comenzaron a mezclarse con los cazadores-recolectores existentes en Europa occidental y septentrional. Esto resultó en una menor proporción de ADN neandertal observado en los genomas europeos durante este período.
«La cuestión era que tenían menos ascendencia neandertal, por lo que diluyeron la (ascendencia neandertal) en las poblaciones europeas», dijo Currat.
Dijo que estaba menos claro cómo se desarrolló esta transición en Asia debido a una relativa falta de información. El estudio incluyó 1.517 muestras de Europa frente a 1.108 de Asia, un área más de cuatro veces mayor.
Tony Capra, profesor asociado de epidemiología y bioestadística en el Instituto de Ciencias de la Salud Computacional Bakar de la Universidad de California en San Francisco, dijo que el artículo era «un ejemplo de una estrategia muy interesante y prometedora para integrar el análisis de ADN humano antiguo de diferentes ubicaciones geográficas con genomas modernos para conectar los puntos de la evolución a través del tiempo y el espacio”. No participó en la investigación.
Algunas de las huellas genéticas dejadas por los encuentros con los neandertales podrían marcar una diferencia en la salud de los humanos modernos. Por ejemplo, el ADN neandertal puede desempeñar un pequeño papel a la hora de influir en el curso de la infección por covid-19, según un estudio publicado en septiembre de 2020.