Nota del editor: Este artículo contiene descripciones gráficas.
Gaza (CNN) — Los cadáveres de tres niños yacen en una bandeja de acero dentro de lo que parece ser la morgue de un hospital de Gaza, con una de las piernas de sus pantalones levantada para revelar algo escrito en tinta negra sobre su piel.
«Recibimos algunos casos en los que los padres escribieron los nombres de sus hijos en las piernas y el abdomen», declaró a CNN el Dr. Abdul Rahman Al Masri, jefe del servicio de urgencias del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa.
Dijo que a los padres les preocupaba que «pudiera pasar cualquier cosa» y nadie pudiera identificar a sus hijos.
«Esto significa que sienten que son un objetivo en cualquier momento y que pueden resultar heridos o martirizados», añadió Al Masri.
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La tinta negra es una pequeña muestra del miedo y la desesperación que sienten los padres en el enclave densamente poblado, mientras Israel sigue machacándolo con incesantes ataques aéreos en represalia por los atentados del 7 de octubre de Hamas.
El supervisor de la sala del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa donde se lavan los cadáveres describió este domingo como «un día excepcional».
Declinando dar su nombre, el hombre le dijo a CNN que el número de muertos durante la noche del sábado a este domingo había superado los 200, y se hizo eco de lo dicho por el Dr. Al Masri.
«Lo que hemos observado hoy es que muchos padres escriben los nombres de sus hijos en las piernas para poder identificarlos tras los ataques aéreos y si se pierden. Es un fenómeno nuevo que acaba de empezar en Gaza».
«Muchos de los niños están desaparecidos, muchos llegan aquí con el cráneo roto… y es imposible identificarlos, sólo a través de esa escritura consiguen ser identificados».
En las dos últimas semanas, cientos de niños han sido sacados de entre los escombros de edificios destrozados por los ataques aéreos en uno de los lugares más densamente poblados del mundo, muchos de ellos irreconocibles por sus heridas.
Mientras tanto, los hospitales se están quedando sin medicinas, agua y electricidad, y cientos de palestinos heridos siguen buscando tratamiento, según informaron a CNN médicos y trabajadores sanitarios de Gaza.
Más de 300 personas buscaron ayuda en el Hospital de los Mártires de Al Aqsa en Deir el-Balah, Gaza, después de que Israel lanzara bombas en las inmediaciones la noche del sábado al domingo, dijo el Dr. Iyad Issa Abu Zaher, director general del hospital.
La situación se ha vuelto «catastrófica», añadió.
«Es imposible que ningún hospital del mundo admita este número de heridos. No hay espacio ni camas hospitalarias para estos heridos. Los heridos están en la puerta de las salas de operaciones y unos encima de otros, cada uno esperando su turno para una operación», lamentó.
Israel declaró hace dos semanas el «asedio total» de Gaza en respuesta al ataque de Hamas, bombardeando el enclave con ataques aéreos y cerrando el acceso de toda la población a alimentos, agua y electricidad.
Al menos 1.400 personas, en su mayoría civiles, murieron en el asalto de Hamas, la peor masacre de judíos desde el Holocausto, y más de 200 fueron tomadas como rehenes.
El número de muertos en Gaza desde el 7 de octubre ha aumentado a más de 4.650, con más de 14.245 heridos, según el Ministerio palestino de Sanidad en Gaza, donde la mitad de los 2,2 millones de habitantes son niños.
Desde entonces, los hospitales se han enfrentado a enormes desafíos, desde la atención al abrumador número de heridos hasta el acceso a suministros médicos vitales mientras llueven bombas y los generadores se quedan sin combustible.
El fin de semana se permitió la entrada en Gaza de los primeros camiones de ayuda procedentes de Egipto, pero nada que se acerque a lo que se necesita, afirman los grupos humanitarios.
«Es sólo un pequeño comienzo y está lejos de ser suficiente», declaró el sábado la Organización Mundial de la Salud.
Este domingo, la agencia de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos advirtió que sus reservas de combustible se agotarían en tres días.
En un video difundido este domingo por el Ministerio de Sanidad, controlado por Hamas, el Dr. Fu’ad al-Bulbul, jefe de la unidad de neonatología del hospital Al-Shifa de Gaza, advirtió que la mayoría de los bebés a su cargo perecerían si se agota el combustible.
«Si se corta la electricidad, se producirán catástrofes dentro de esta unidad. La mayoría de los bebés que dependen de ventiladores morirán porque sólo podemos salvar a uno o dos bebés, pero no podemos salvar a todos los bebés», dijo Al-Bulbul en el video.
Su departamento alberga 45 incubadoras y atiende principalmente a bebés prematuros resultantes de embarazos de alto riesgo.
Este domingo, su hospital se había quedado sin surfactante y citrato de cafeína, según Al-Bulbul, ambos utilizados habitualmente para aliviar los problemas respiratorios de los bebés prematuros.
La mayoría de los bebés están en estado crítico y su agotado equipo médico ha trabajado 18 días seguidos, añadió.
Imposible evacuar
Israel advirtió repetidamente a los residentes que evacúen la zona norte de Gaza antes de una esperada incursión terrestre del Ejército israelí.
La Media Luna Roja Palestina afirma que el Ejército israelí emitió el viernes tres órdenes de evacuación del hospital Al-Quds, que atiende a más de 400 pacientes y da cobijo a unos 12.000 civiles desplazados.
«No tenemos medios para evacuarlos de forma segura. La mayoría de los pacientes están con heridas críticas», dijo el portavoz Nebal Farsakh a CNN este domingo.
Farsakh dijo que 24 hospitales, incluido el Al-Quds, están bajo la amenaza de «ser bombardeados en cualquier segundo debido a las órdenes de evacuación israelíes.»
CNN no ha verificado de forma independiente esta cifra.
La administración del hospital Al-Quds también dijo que el Ejército israelí se había puesto en contacto con ellos en repetidas ocasiones exigiendo la evacuación inmediata del hospital en preparación para un ataque aéreo nocturno.
Cuando se le pidieron comentarios, las FDI respondieron diciendo que habían pedido a los residentes de la zona norte de Gaza que evacuaran «para mitigar los daños civiles».
«Hamas incrusta intencionadamente sus activos en zonas civiles y utiliza a los residentes de la Franja de Gaza como escudos humanos», añadió el comunicado de las FDI.