A propósito de las vacaciones del ministro Carlos Montes, quien también atraviesa un difícil momento familiar, debido al fallecimiento de su hija; el presidente Gabriel Boric ordenó a la subsecretaria Gabriela Elgueta, en calidad de ministra subrogante, mantenerse supervisando los avances de la reconstrucción en Valparaíso, Viña del Mar y Quilpué.

En razón de lo anterior, la autoridad se encuentra trabajando desde el 3 de enero en las zonas afectadas, lo que le ha permitido conocer de primera mano los anuncios y plazos que demandan los damnificados.

«En marzo de este año comenzaremos la construcción de 447 viviendas, pudiendo estimar su entrega durante el año 2026. Sumado a esto, 550 viviendas comenzarán a construirse en el segundo semestre del 2025, para ser entregadas el 2026 y 2027», adelantó la ministra en entrevista con El Mercurio de Valparaíso.

– ¿Cuáles son los avances de la reconstrucción de viviendas, a un año del megaincendio?

– Estamos avanzando con mucha fuerza y en las últimas semanas hemos puesto nuestros esfuerzos para dar un nuevo impulso al Plan de Reconstrucción, tanto en la ejecución de las soluciones habitacionales como en desatar algunos nudos críticos desde lo administrativo. Hemos constatado en terreno los avances, en un trabajo con las familias afectadas y los dirigentes, donde hemos vinculado a los afectados ca las distintas alternativas a las que pueden acceder, e incluso algunos ya conocen como serán sus viviendas. En la actualidad 84 familias ya están en su vivienda definitiva y hemos nominado a la totalidad de las personas hábiles de recibir el subsidio. Además, hemos tenido una preocupación especial para que el subsidio no sea un solo papel,. sino que se materialice en un proyecto concreto. Estamos actuando lo más rápido posible, pero es necesario recalcar que una vivienda digna no se levanta en un año.

– ¿Hubo novedades para las familias afectadas?

– Sí, la Contraloría General de la República aprobó la semana pasada nuestra solicitud de modificación del Decreto 332 para emergencias, que permite que damnificados considerados inhábiles que posean hasta dos viviendas, puedan recibir excepcionalmente la ayuda estatal, siempre y cuando pertenezcan al 60% (más vulnerable) del Registro Social de Hogares, sean adultos mayores, pensionadas o personas con discapacidad. Adicionalmente, considera que si la persona damnificada es propietaria de una vivienda que es parte de una copropiedad inmobiliaria irreparable, por encontrarse pareada con otra u otras viviendas, también podrá acceder al subsidio sin ningún otro requisito. Esta es una buena noticia, sobre todo para El Olivar, que permitirá que más personas puedan contar con una solución.

– ¿Cuáles son los objetivos en la reconstrucción de viviendas para este año?

– El primer objetivo que tenemos es vincular a todas las familias hábiles con una asistencia técnica que permita contar con una solución habitacional, en este caso con especial foco en la autoconstrucción, que es la modalidad predominante en los sectores afectados, a lo que se le suman las otras líneas programáticas del Minvu. El segundo objetivo es acelerar los procesos constructivos. Para ello estamos convocando a más empresas constructoras y entidades patrocinantes para que se integren a este proceso. En cuanto a los plazos, en marzo de este año comenzaremos la construcción de 447 viviendas, pudiendo estimar su entrega durante el año 2026. Sumado a esto, 550 viviendas comenzarán a construirse en el segundo semestre del 2025, para ser entregadas el 2026 y 2027. Por lo que estimamos que, entre terminadas y en ejecución, a fines del segundo semestre contaremos con un 50% que implica cerca de 1.500 viviendas en ejecución o incluso terminadas.

– El ministro Montes informó que se han entregado 53 viviendas, lo que representa el 1,7% de las 3.043 casas que espera reconstruir el Minvu ¿Por qué ha costado tanto avanzar?

– Hemos hecho todo por apurar los procesos y los funcionarios del Minvu están trabajando arduamente, prueba de ello es que alcanzamos la totalidad de las nominaciones. Este proceso de reconstrucción ha planteado desafíos importantes, dada la magnitud del incendio. Al desplegarnos en terreno constatamos que no estaban regularizados los títulos de dominio, lo que obligó a orientar a las familias y acompañarlas en este proceso de regularización de herencias, hipotecas, sucesiones, entre otros problemas de índole administrativa. que por supuesto, retrasan todo tipo de procesos. Asimismo, existe una diversidad de realidades territoriales que implican distintas maneras de abordar los procesos constructivos: existen terrenos con pendientes pronunciadas e incluso lotes donde hay que realizar habilitaciones, rellenos o muros de contención para evitar peligros. Incluso estamos construyendo calles para que los camiones de las empresas constructoras puedan llegar a esos sectores y las personas tengan mejores accesos y salidas.