(CNN) – El equipo de la NASA que supervisa la icónica nave espacial Voyager 2 decidió apagar uno de sus instrumentos científicos para conservar energía. La sonda se encuentra actualmente a unos 20.900 millones de kilómetros de la Tierra.
Los ingenieros de la misión enviaron un comando para cerrar el experimento de Ciencia del Plasma, o PLS, de la Voyager 2 — utilizado para observar los vientos solares — el 26 de septiembre, utilizando la Red de Espacio Profundo, una serie de enormes antenas de radio que pueden transmitir información a miles de millones de kilómetros a través del espacio.
El mensaje tardó 19 horas en llegar a la Voyager 2, y se recibió una señal de retorno 19 horas después, dijo la NASA este martes.
A pesar de que las reservas de energía de la envejecida sonda se están agotando, la NASA espera que la Voyager 2 siga operando con al menos un instrumento científico hasta la década de 2030.
La agencia espacial de Estados Unidos ha tenido que llevar a cabo rutinariamente comandos para apagar varios instrumentos científicos a lo largo de los años, ya que la nave espacial de 47 años agota su suministro de plutonio. La Voyager 2 tiene tres generadores termoeléctricos de radioisótopos que alimentan la nave espacial convirtiendo el calor emitido por el plutonio en descomposición en electricidad.
Pero apagar un equipo en la Voyager 2 o la Voyager 1 — una nave espacial idéntica lanzada 16 días después de su gemela — no es lo ideal, señaló la NASA.
“Los ingenieros de la misión tomaron medidas para evitar apagar un instrumento científico durante el mayor tiempo posible porque los datos científicos recopilados por las sondas gemelas Voyager son únicos”, dijo la agencia espacial en un comunicado. “Ninguna otra nave espacial hecha por el hombre ha operado en el espacio interestelar, la región fuera de la heliosfera”.
El experimento de plasma consistía en un conjunto de cuatro “copas”, o detectores de plasma, que pueden recopilar información sobre el flujo de iones y electrones expulsados por el Sol a través del sistema solar, conocidos como vientos solares. El viento solar fluye desde la corona, o la atmósfera exterior caliente del Sol, interactuando con los planetas y el medio interestelar.
Estas lecturas ayudaron a la NASA a determinar que la Voyager 2 salió de la heliosfera — o el área alrededor de nuestro Sol llena de viento solar y que contiene el campo magnético del Sol — en 2018, según la agencia espacial.
Después de alcanzar más allá de la heliosfera, o el espacio interestelar, la Voyager 2 ha “recopilado datos limitados en los últimos años debido a su orientación relativa a la dirección en que fluye el plasma”, explicó la NASA.