Qué significan los acontecimientos del viernes por la noche para el futuro del Starliner de Boeing
Incluso si el viaje de regreso sin tripulación del Starliner, este viernes por la noche, sale bien, la NASA tendrá que tomar una decisión crucial sobre si concede a la nave la certificación de vuelo espacial tripulado.
Si algo sale mal, o si se deniega la certificación a la nave, supondría un nuevo golpe para la ya muy dañada reputación de Boeing.
El programa Starliner ya ha sufrido importantes reveses en el pasado. Un vuelo de prueba al espacio sin tripulación en 2019 fracasó debido a problemas de software, incluido un reloj interno que se retrasó 11 horas.
Esa misión de prueba tuvo que ser rehecha en 2022, pero no antes de que los ingenieros tuvieran que resolver problemas con válvulas pegajosas que impidieron que la nave espacial tomara vuelo antes.
El aluvión de problemas durante el desarrollo del Starliner ha disparado los rumores de que Boeing podría abandonar el programa.
El nuevo consejero delegado de Boeing, Kelly Ortberg, aludió a sus conversaciones con la NASA en un correo electrónico a los empleados compartido con CNN el 30 de agosto:
«Como saben, nuestro equipo está preparando el Starliner para un regreso a casa sin tripulación. Aunque sé que no es así como habíamos previsto el vuelo de prueba, a menudo nos definimos más por cómo nos presentamos en momentos de cambio o desafío, y éste es un momento importante para nosotros. Nuestro trabajo consiste ahora en centrarnos en la misión que tenemos entre manos y en que el Starliner regrese a casa sano y salvo», escribió Ortberg.