(CNN) — Fue un hallazgo de tal magnitud que el buscador aficionado que lo descubrió se quedó sin palabras, y el experto que desentrañó sus misterios pasó dos años investigándolo.
Charlie Clarke llevaba solo seis meses detectando metales cuando, en 2019, desenterró un pendiente de oro en Warwickshire, en la región inglesa de West Midlands.
El pendiente mostraba los símbolos de Enrique VIII, rey de los Tudor, y de su primera esposa, Catalina de Aragón, en una cadena compuesta por 75 eslabones, unidos por un eslabón de suspensión esmaltado en forma de mano. Catalina, la primera de las seis esposas de Enrique VIII, se casó con él en 1509.
«Fue simplemente extraordinario», dijo Clarke a CNN este miércoles. «Nadie piensa que alguna vez se va a sacar eso, en mi vida especialmente… Puedo imaginar que en 30 vidas».
El pendiente, que pesa 300 gramos, tiene forma de corazón. Un lado está decorado con una rosa Tudor entrelazada con un arbusto de granada que crece de la misma rama. El reverso muestra las letras H y K -de Enrique y Catalina por sus iniciales en inglés- enlazadas. Ambas caras llevan inscrita la escritura TOVS + IORS debajo, un juego de palabras con la palabra francesa «toujours» que significa «siempre».
publicidad
El arbusto de granada representa a Catalina de Aragón, mientras que la rosa Tudor representa a Enrique VIII. (Crédito: Patronato del Museo Británico)
Aún novato en el mundo de la detección de metales, Clarke consultó a un experto en Regton, una tienda de Birmingham, y se puso en contacto con el Museo Británico, así como con el forense, para notificarles lo que había encontrado.
Cuando le hablaron por primera vez del «hallazgo único en una generación», Rachel King, curadora de la Europa del Renacimiento en el Museo Británico, tuvo que sentarse, según contó este miércoles a CNN.
«¿Qué es esto? ¿Es real?», recuerda que pensó entonces. «Y fue todo un reto para mí en el sentido de si esto podría ser del siglo XIX, si podría ser solo bisutería».
Una vez entregado el pendiente, el Museo Británico llevó a cabo un análisis científico para determinar si se trataba realmente de un pendiente Tudor o de mera bisutería.
Una de estas pruebas -King no ofrece más detalles para evitar dar información que pudiera permitir a la gente crear objetos fraudulentos- databa el objeto antes de 1530.
Charlie Clarke (a la izquierda) observa el pendiente expuesto en el Museo Británico de Londres. (Crédito: James Manning/PA Images/Getty Images)
Tras darse cuenta de que el mismo motivo estaba presente en otros objetos y de que algunas partes del pendiente parecían haber sido fabricadas rápidamente, King y su equipo plantearon la hipótesis de que podría haber sido utilizado como premio o llevado como parte de un traje durante un torneo o justa que Enrique era tan aficionado a organizar, en lugar de para el Rey o su esposa.
«Este objeto acaba de salir de la tierra casi como si hubiera caído del cielo», dijo King. «Tenemos la oportunidad de estudiar un objeto que no ha sido sometido a todos estos procesos de clasificación que la gente ha llevado históricamente… obtenemos algo que en cierto sentido es información en bruto».
Para Clarke, el pendiente podría cambiarle la vida cuando se venda: dice que espera utilizar el dinero para la educación de su hijo de 4 años.
«La gente dice que es como ganar la lotería, pero la gente gana la lotería y no encuentra las joyas de la corona, ¿verdad?», dijo.
El hallazgo fue anunciado por el Museo Británico en el marco de la presentación del Informe Anual del Tesoro para 2020 y del Informe Anual del Plan de Antigüedades Portátiles para 2021. Estos informes muestran que en 2021 se registraron 45.581 hallazgos arqueológicos, entre ellos más de 1.000 cajas de tesoros, el 96% de los cuales fueron encontrados por detectores de metales.